Son un impuesto patrimonial sobre un bien raíz que corresponde a un porcentaje del avalúo de la propiedad. Se aplica a propiedades agrícolas y no agrícolas. El Servicio de Impuestos Internos se encarga de calcularlo y la Tesorería Genrral de la República de recaudarlo.
Se puede pagar en 4 cuotas anuales.